SEGURO DE LA COMUNIDAD

SEGURO DE LA COMUNIDAD

Aunque contratar un seguro de la comunidad de propietarios no es obligatorio en casi todo el territorio español, resulta más que recomendable. Hoy , desde Fincadelia Mar Menor te contamos todo lo que necesitas saber.

Las zonas comunes de los edificios residenciales están sujetas a imprevistos que es necesario solventar con rapidez para mantener la calidad de vida de los vecinos.

Estas situaciones pueden implicar en ocasiones desembolsos cuantiosos. Contar con un seguro para la comunidad de propietarios protege a los residentes y cubre una gran variedad de contratiempos. Ahora bien, ¿la ley obliga a contratar estas pólizas o son opcionales?

¿Qué es y para qué sirve un seguro de la comunidad?

Un seguro en una comunidad de propietarios protege a todos los vecinos frente a posibles siniestros que se pueden dar en las zonas comunes del edificio. Averías en los ascensores, daños en las tuberías, inundaciones, posibles plagas, roturas de los cristales o incendios son algunos de los más habituales.

Las comunidades de propietarios tienen a su disposición una amplia variedad de seguros, con distintos precios y diferentes coberturas. Te indicamos cuáles son las que están presentes en la mayor parte de las pólizas:

  • Responsabilidad civil. Es obligatorio que los seguros para una comunidad de propietarios cuenten con esta cobertura. Mediante ella se indemniza a los particulares que se vean afectados por los daños ocasionados.
  • Incendios. Las zonas dañadas por el fuego deben ser rehabilitadas por la compañía aseguradora.
  • Inundaciones. La rotura de tuberías o los fenómenos meteorológicos extremos pueden causar inundaciones que deterioren las zonas comunes o las propias viviendas. La mayor parte de los seguros cubren estos imprevistos.
  • Robos. Algunas pólizas ofrecen compensaciones económicas por el valor parcial o total de los elementos sustraídos en la finca.
  • Reparaciones y reformas urgentes. Los servicios de electricidad, cerrajería, fontanería o cristalería son cubiertos por la aseguradora cuando se produce un daño o una avería.
  • Vehículos en el parking de los edificios. La compañía de seguros debe asumir la reparación de los coches que se vean afectados por explosiones, la acción de un rayo o incendios, siempre que se encuentren en el garaje de la finca cuando se produzca el incidente.
  • Control de plagas. Una parte fundamental en el mantenimiento de los edificios es el control de plagas. Muchos de los seguros de la comunidad de propietarios incluyen este servicio en sus coberturas.
  • Daños estéticos. Esta garantía ofrece la reposición de elementos dañados para poder recuperar su aspecto original. Por ejemplo, ante una fuga de agua que deteriora la pintura de las paredes, el seguro se encarga de pintarlas tras arreglar la fuga.
  • Realojamiento provisional. En el caso de que el siniestro provocado en la vivienda impida que sus habitantes puedan mantener su residencia, los seguros que ofrecen esta cobertura pagan el realojamiento de los afectados hasta que la solución de los daños les permita regresar a su casa.
  • Accidentes laborales en las fincas. Si el personal que trabaja en los edificios sufre algún percance que provoca su invalidez o fallecimiento, el seguro se ocupa de la atención médica o las indemnizaciones.
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